viernes, 27 de noviembre de 2009

Lo que es no tener nada que hacer

En Puerto Rico nos encanta copiar las imbecilidades de los gringos. No solo nos ponemos a celebrar un día feriado tan sángano y bobolón como el de Thanksgiving, (aún cuando eso no tiene ninguna relevancia histórica o cultural para Puerto Rico), sino que damos libre desde el Jueves hasta el Lunes.

En la UPR de Río Piedras como hubo tanto paro, cierre administrativo, y días sin clase por otros motivos políticos se supone que hubiese clases hoy viernes para tratar de compensar las 45 horas contacto por las que pagan los estudiantes cuando cojen un curso de 3 créditos. A la clase de hoy por la mañana solo vino un estudiante, y no pude dar clases porque los portones y todos los salones de la Facultad de Humanidades donde me asignaron un salón para mi clase de matemáticas estaban todos cerrados a las 10 de la mañana. Esto es inaudito. Ni los conserjes, ni los profesores, ni los estudiantes le hacen caso a los administradores de esta universidad. Yo vine a tratar de dar clases y cumplir con mi deber, pero no pude. Suerte que me pagan igual, ¿no?

consume Pero lo más ridículo de estos días de “fiesta” importados es la nueva “tradición” consumerista del “Black Friday” o la “Venta del Madrugador”. Veo en los periódicos videos y fotos de manadas de gente morona y ridícula que se apostan frente a todas las mega-tiendas multimillonarias del país desde las 2 y las 3 de la mañana para entrar corriendo como locos a comprar productos de lujo como TVs, computadoras, juguetes, bicicletas, adornos, y miles de porquerías más. Se empujan y se patean unos a otros a altas horas de la madrugada como estampidas de bestias salvajes cuando abren las puertas de las tiendas como Wal-Mart, Sears, Best Buy, Toys R-Us, y otras tiendas gigantes y ultra-ricas. Que son tan ricas por la eficiencia y desparpajo con las que se dedican a estafar a sus clientes y a pisotear a la competencia del pequeño comerciante local.

madrugador Por toda la isla hay miles y miles de estos descerebrados en este ritual tan imbécil como asqueante. ¿Y para qué? ¿Para hacer más ricos a esos comerciantes extranjeros? ¿Para ahorrarse unos pesitos que después perderán porque cojen todo con tarjetas de crédito que con una tasa de 24-26% de cargos de financiamiento, y diversas multas y recargos, los pondrán a pagar más de lo que supuestamente se ahorraron en ese festín de adoración al becerro de oro del consumismo?

A la verdad que para amanecerse un día de fiesta en frente de una tienda esperando por horas en el frío y el sereno a que la abran, para luego entrar corriendo y empujando a otros para comprarte unos zapatos o una olla de presión hay que estar mal de la cabeza. Y lo más deprimente es ver las cantidades inmensas de gente que hacen precisamente eso. A veces a uno le da vergüenza pertenecer a esta especie.

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domingo, 15 de noviembre de 2009

Les recomiendo mucho ver “Capitalism: A Love Story”

capitalism_a_love_story Hoy por fin fui a “Fine Arts” a ver la última película del escritor y director Michael Moore. Está sencillamente EXCELENTE. Es su mejor película hasta ahora y mira que desde "Bowling for Columbine" para acá todas sus películas de crítica social me encantan un montón.

Es genial como le pone una cara humana con la que todos nos podemos identificar a ese desastre de gula, avaricia y barbaridad que es el capitalismo americano desde Reagan para acá. En especial la debacle del mercado de hipotecas y la obscenidad de los "bailouts" billonarios diseñados por las mafias de Goldman Sachs y AIG, que se ve son los manejadores de los hilos de Bush, Cheney y compañía.

Y lo más impresionante es como muchos ciudadanos americanos le están perdiendo el miedo al cuco del socialismo, mayormente por la estridencia infantil y risible de la derecha republicana de gritar tanto "que viene el lobo, que viene el lobo" que ya nadie les cree.

Sería deseable que Fortuño y Rivera Schatz fuesen a ver esta película, y vieran como acaban las recetas de darle el gobierno a las APP y venderse a los millonarios que ellos están promoviendo acá en Puertorro unos 12-15 años tarde ya.

Los gringos saliendo del republicanismo capitalista salvaje y nosotros los puertorros imitando lo peor del mismo ahora en la colonia monita esta.

Ay, señor. Ya lo dijo Santayana: "Quien no aprende de los errores del pasado está condenado a repetirlos".

viernes, 13 de noviembre de 2009

Pendejaces

Una nueva versión para la era de Fortuño que vi en Facebook de un video con políticos boricuas acompañando al famoso monólogo hilarante “Los Pendejos” de Facundo Cabral. Ya habían hecho esto antes en YouTube pero este es más moderno y más cómico.

Espero que rían tanto como me reí yo. Y si ya lo vieron en Facebook quédense callados y no le arruinen la experiencia a los anticuados que aún no tienen cuenta en alguna red social.

En vez de llorar hay que reírse de uno mismo. Porque los verdaderos pendejos somos nosotros por seguirlos eligiendo.






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jueves, 12 de noviembre de 2009

Proyectos que nunca debieron llegar a una feria científica

Todos recordamos con cariño las ferias científicas. Esas competencias en las que los maestros de ciencia en escuela elemental e intermedia nos hacían participar para aprender sobre el método científico. La idea era hacerse una pregunta sobre el mundo y diseñar un experimento casero para probar cuan cierta era la respuesta que creíamos debía tener.

Muchos hacían volcanes con soda. Yo me dediqué a cosechar plantas de habichuelas y a determinar que tipo de abono era más eficiente. Aunque nunca terminé como agricultor, y ya se me olvidó cual fue mi conclusión entonces.

Pero si el maestro de ciencia no es muy bueno y no está pendiente se cuelan proyectos que son un desastre. Estos son algunos de los más desastrosos que he visto. La lista completa de fotos (de las que uno no sabe si reirse o llorar) viene del artículo “35 Amazing Science Fair Projects”.

martes, 3 de noviembre de 2009

Habemus computadora

Me ocurrió la tétrica historia de horror de la que todo geek vive siempre aterrado. Se fué la luz en mi apartamento, (como parece ocurrir muy seguidito últimamente en este nuestro país tercermundista), y cuando vino y traté de prender la computadora, ésta había muerto, y no quería subir Windows ni reconocer el disco duro.

¡Oh, dolor, dolor, dolor! Aunque yo guardo mis registros de notas y la información importante de mis clases y mi trabajo en otros discos, hacía tiempo que no había hecho un “backup”. Habían montones de canciones en mp3s, videos, artículos, programas, y data irremplazable ahí. Esto era un desastre informático peor que Katrina o el tsunami de Indonesia, (al menos desde mi egoísta perspectiva).

pesameDespués del shock inicial, y de maldecir mi suerte y haberle mentado la madre a cualquier persona en la Autoridad de Energía Eléctrica que concebiblemente tuviese alguna relación con mi terrible infortunio, calmé mis nervios y busqué un destornillador para abrir la máquina y traquetear dentro de sus entrañas cibernéticas a ver si podía milagrosamente detectar alguna falla arreglable y resucitar mi difunta compañera de luchas, juegos y surfeos.

El BIOS subía pero no se podía detectar el disco duro. Cambié cables, intenté nuevas configuraciones, prendí velas, invoqué a los demonios del mundo de las tinieblas digitales, le dí patadas y puños. Pero nada sirvió. El disco duro había muerto. Y yo un domingo sin computadora, y sin chavos para comprar otra. Fué un día de duelo y dolor en el alma que solo calmó el matar de forma salvaje y despiadada a algunos inocentes de “Fallout 3” en mi Xbox 360.

Como para mí tratar de vivir sin una computadora sería como tratar de vivir sin aire, sin agua y sin comida, ayer fui de tiendas y me compré una computadora nueva mediante el honorable y capitalista método del fiao. Y al menos me moví sin quererlo a Windows 7, y ahora tengo más memoria de RAM y un disco duro más grande (aunque es muy triste verlo tan vacío y sin software). Como no tengo para darle más chavos a Microsoft y compañías millonarias de software pensaba dedicarme a la piratería en los 7 mares del ciberespacio, y secuestrar programas inocentes para aprisionarlos en mi máquina nueva.

choirangels Pero luego recibí una estupenda noticia del centro de servicio a donde llevé la difunta a enterrar, (y a ver si por algún tipo de espiritismo oculto “geek” ellos le podían sacar algo de información al disco duro muerto). Lo que estaba dañado era el motherboard, pero el disco estaba intacto y la información estaba a salvo. Para mí oír eso fue como si se abriera el cielo y bajaran coros de ángeles cantando música celestial. Ahora tan solo tengo que conseguir una de esas cajas para conectar el disco duro a través de una de las puertas USB y recuperaré todos mis programas y datos otra vez.

Así que la historia tuvo un final feliz (aunque algo caro). Y todo es bueno si termina bien, ¿no?