martes, 9 de diciembre de 2008

Energía renovable: ¿de la boca pa´fuera?

En la pasada campaña eleccionaria que acaba de terminar TODOS los candidatos tanto en Puerto Rico como en los Estados Unidos estaban a favor de "reducir la dependencia en el petróleo y los combustibles fósiles" e "impulsar la creación de fuentes de energía renovable". Todos prometían dar mucho dinero del gobierno para investigación y desarrollo de energía solar, geotérmica, de viento, de biomasa, nuclear o usando celdas de hidrógeno.

Pero los que llevamos algún tiempo en la política y somos bastante cínicos ya sabemos de sobra que uno no le debe creer las promesas a ningún político. Sin embargo, uno pensaría que una unanimidad de criterios tan clara, y tanto en la metrópoli como en la colonia, augura que al menos algo se hará. Y hay montones de ideas y proyectos para escoger. El PIP propuso una finca fotovoltaica en Peñuelas. Los populares poner molinos de viento en toda la costa y apoyar el proyecto de energía océano-termal de Punta Tuna en Maunabo. Rogelio soñaba con convertir toda la transportación pública a nivel isla en una flota de guaguas y trenes que quemaran hidrógeno líquido. Y los PNP querían todas estas cosas de forma genérica.

Pero lo único concreto que hay es un proyecto extremadamente controversial y peligroso de un Gasoducto en Peñuelas para transportar gas natural a centrales de la AEE. Esto, claro está, no es "energía renovable" ni nada que se parezca. El gas natural es otro combustible fósil que hay que importar de Gringolandia y el cual, además de contaminar y producir gases de invernadero que contribuyen al calentamiento global, está subiendo rápidamente de precio por la demanda incrementada que tiene en todo el mundo. Nosotros en Puertorro no somos los únicos "genios" que se nos ha ocurrido cambiar de petróleo a gas natural para hacer el aguaje de reducir la adicción a combustibles fósiles contaminantes.

Ya Fortuño empezó a cambiar su tonada politiquera pre-electoral de oponerse al Gasoducto porque era una idea de Aníbal, y ni corto ni perozoso ya dijo que lo va a apoyar para "darle continuidad", (y claro, para que los desarrolladores y vendedores de gas le pasen chavitos debajo de la mesa). Y uno se pregunta si, al igual que Aníbal, eso será lo único que se hace en los próximos 4 años para crear "fuentes de energía renovable" en Puerto Rico.

Y no podemos depender mucho del negrito Obama porque allá en los Estados Unidos esto parece un "re-run" de los episodios novelescos de capitalismo energético que ya vimos en los años 70. Tan pronto todo el mundo dice que va a invertir billones en energía renovable y se dan a la publicidad grandes proyectos ambiciosos del Departamento de Energía y la National Science Foundation, los países petroleros se unen para protegerse. Al ver sus clientes adictos con deseos de salirse de la droga petrolera empiezan a bajar el precio del petróleo rápidamente para hacerlo más atractivo. Y el ciudadano promedio al ver la gasolina bajar de 99 centavos el litro a 42 centavos el litro se siente contentito de nuevo, y empieza a llenar el tanque y a dejar las luces prendidas sin preocuparse, olvidándose de pedirle a sus gobernantes que cumplan con sus grandilocuentes promesas sobre energía.

¿Por qué será que los grandes mogules capitalistas nos manipulan tan fácilmente y nosotros, tan bobitos, los dejamos?

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1 comentario:

Prometeo dijo...

Dejar el petróleo por gas natural es algo así como el que deja de usar drogas para ponerse a beber alcohol. Adelante y éxito.