Esa fue la conclusión unánime de decanos, administradores, profesores , empleados y estudiantes de la Universidad de Puerto Rico en un foro titulado "La UPR ante la crisis fiscal" que se celebró ayer en el Recinto de Río Piedras ante un anfiteatro grande repleto de gente, y que contó con profesores, economistas, representantes de rectoría y científicos sociales de renombre, (se invitó a las dos becerras a cargo de las comisiones de Educación y Cultura de nuestra benemérita legislatura, Kimmie Raschke y Albita Rivera, pero como las dos si las tiran en cuatro patas comen yerba se juyeron porque seguro no podían entender las palabras y conceptos demasiado complicados para sus retardaditas mentes).
Las cosas en la universidad pública responsable de una gran parte del progreso, la preparación, y la calidad profesional y económica de este país no pintan nada bien. Según la admisión del Decano de Administración y Presupuesto de Río Piedras, el Sr. José Juan Estrada, en el mejor de los casos la universidad por primera vez en muchos años va a tener un presupuesto menor al del año anterior. Y se estima que si los legisladores penepés nos tratan bien, no le hacen caso a Richie Carrión y el CAREF, y no reducen la fórmula del 9% que le toca a la UPR ni le escamotean secciones de los ingresos públicos que deben ir por ley al Fondo General, tendremos una reducción estimada de 54 millones de dólares. Este escenario tan "lindo" es poco probable porque de todos es sabido que la imagen de la UPR que abiertamente tienen Rivera Schatz, Chiquitota y todas las malas bestias y tecnócratas penepés graduados de universidades gringas es que la IUPI es un antro de fupistas e independentistas revoltosos dirigida por una élite corrupta de batatas populares que derrochan el dinero en fiestas y lujos innecesarios en su Torre de Marfil aislada del resto de la sociedad puertorriqueña. Así que si uno fuera a apostar se iría con que el déficit presupuestario va a ser mucho, mucho mayor.
Esta visión penepé de la UPR es una imagen distorsionada que no puede estar más lejos de la realidad. Los que llevamos trabajando en la UPR por muchos años sabemos que ahora es cuando menos huelguistas y estudiantes con conciencia de lucha hay. La gran mayoría son unos apáticos individualistas a quienes el futuro de la universidad y el país le importa tres pepinos angolos. Y la UPR es la universidad de mayor rendimiento no solo en este país sino en Latinoamérica entera, y compara de tú a tú con la mayoría de las universidades públicas en los EE.UU. Produce sobre 314 grados doctorales y 157 maestrías. Gradúa como 3,000 profesionales al año en sobre 100 programas acreditados por las agencias especializadas más exigentes y con profesores preparados cuyas publicaciones e investigaciones son de calidad mundial y atraen millones de dólares en propuestas y fondos externos. En los últimos 5 años el 45% de los bachilleratos y el 60% de las maestrías y doctorados conferidos son en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas. La razón de calidad, preparación y cantidad de conocimientos y aportes a la economía del país por cada dólar invertido es altísima. Pero desgraciadamente entender este aporte requiere de gente inteligente y en esta legislatura esos brillan por su ausencia.
La parte interesante del Foro fue la discusión pública de quien o quienes en la universidad van a pagar los platos rotos y sufrir reducciones en su presupuesto y servicios. Como es usual, los fogosos representantes de la UJS, el Consejo de Estudiantes y la Hermandad de Empleados No Docentes se treparon en tribuna a hablar de la justicia, de que la crisis la paguen los ricos, que le quiten esos chavos a Tony García Padilla y la oficina de presidencia, que hay que imponerle contribuciones a los ricos y las grandes corporaciones, que la clase trabajadora no debe seguir sufriendo por los desmanes del gobierno capitalista, que hay que tener una matrícula ajustada a los ingresos y cobrarle más a los hijos de los ricos. Todo muy bonito, justo y con lo cual yo me solidarizo. Pero todos sabemos que ESO NO VA A PASAR. Esas propuestas se presentaron ante el electorado en Noviembre y sacaron 2%. Esta gente en vez de defender al partido que las hacía, lo criticaban y querían que no se votara por ninguno. Ya es muy tarde para pedir cambio y justicia social. Ahora pueden pararse por horas en un micrófono, piquetear y gritar en las afueras del Capitolio hasta que se les ponga la cara morada que los legisladores y el Gobernador penepé no les van a hacer absolutamente ningún caso.
Entre las opciones más realistas presentadas (y que yo solo relato aquí y no se debe entender que apoyo ninguna de ellas para que no me insulten por eso en los comentarios) estaban:
- Subir aún más la matrícula.
- Eliminar el verano y reducir secciones (lo cual implica que los estudiantes se tardarán más en graduarse y en programas pequeños tendrían que esperar hasta 2 o 3 años para coger clases de concentración).
- Congelar plazas (y aumentar aún más la abominable práctica de contratar profesores a chivear entre varios recintos sin plan médico, sin oficina, y pagándole una porquería por cada sección y botándolos cuando les dé la gana sin consecuencia alguna).
- Reducir los costos de energía eléctrica (no dar muchas clases de noche, y apagar las luces y coger calor sin aire acondicionado en salones cerrados y con hongos).
- Cerrar colegios regionales pequeños como Carolina, Aguadilla o Utuado, y mover esos estudiantes y profesores a Río Piedras y Mayagüez.
- Rezar y prender velas para que Obama les tire con más chavos.
- Privatizar más servicios y abrirse a negocios privados (las camisetas de los atletas y las pizarras pueden tener logos de Coca-Cola, Church´s Chicken, Medalla, Wal-Mart, o Texaco).
- Eliminar licencias de software de Microsoft y Oracle, y poner a los estudiantes de programación a correr todas las computadoras y sistemas de información de la UPR con Linux de cachete.
Como pueden ver lo que viene por ahí no es nada halagador. El embrutecimiento del país y la degradación de la educación pública continuarán en un crecimiento exponencial en los momentos en que más falta hacen profesionales educados y con pensamiento crítico.
La única cosa positiva que pude oír en ese importante Foro fue la idea de que varios profesores y economistas van a unir esfuerzos para que de la UPR salgan recomendaciones públicas como las del CAREF, pero de expertos que sí saben de lo que hablan, y que debiera haber sido a quienes Fortuño consultara para asesoría en estos tiempos de pelambrera y vacas flacas.