Hacen falta más escuelas y universidades, no policías y cárceles

Estaba leyendo un artículo de un ex-Presidente del sistema universitario de California que dan ganas de llorar. No sé si saben que California, a pesar de ser por si sola sin el resto de los EE.UU. la novena economía del mundo, está quebrada y con un gobierno más pelao que un chucho. Y sus grandiosas universidades entre las que están de las mejores del mundo como Berkeley, Caltech y UCLA están manga por hombro, reduciendo servicios y horas de clase, y con edificios cada vez más deteriorados por falta de mantenimiento. Como en todas partes, el estado decreta crisis, se canta pelao y dice con cara triste que no puede hacer otra cosa.

Pero las estadísticas más básicas sobre prioridades te dicen lo contrario. En los últimos 30 años el gobierno estatal de California solo ha construido 1 colegio universitario nuevo, pero ha hecho 22 cárceles nuevas. En vez de invertir en educación invierten en castigo y más policías, (algo que cualquiera que lea por encimita los periódicos o vea las noticias televisivas sabe que no está funcionando).

Leyendo eso me dí a la tarea de buscar como estaban las cosas acá en Puerto Rico, la tierra de los monitos que imitan todo lo que ven en Gringolandia. Y es igual o peor. Según el portal de estadísticas tendenciasPR.com habían al 2005 unos 208,625 estudiantes universitarios debidamente matriculados en las universidades del país. El gobierno estatal y los gobiernos municipales asignaron unos $978,512,000 a la educación universitaria (mayormente por la formula del 9% a la UPR). Eso da un gasto de $4,690 al año por estudiante.

Sin embargo el año pasado habían 13,923 presos en las cárceles de Puerto Rico. Y el presupuesto asignado para correción era de $399,433,000 anuales. O sea, que el país gasta $28,690 anuales por preso. Y eso sin contar el presupuesto policíaco para atraparlos e investigarlos, o llevar una fútil “guerra contra el crimen”.

Gastamos más de 6 veces en cada preso que lo que gastamos en cada estudiante. Y ese es solo un retrato actual. La tendencia es aún más dolorosa si se ve como se ha estancado y se está reduciendo el gasto en universidades e investigación, y como explota y crece por sobre 200% en unos pocos años el gasto policíaco y carcelario.

Si no invertimos en la educación, la investigación científica y las universidades por seguir peleando contra los tentáculos de las drogas, la violencia y el crimen terminaremos con un país de presos y policías en vez de un país de científicos y profesionales de prestigio mundial como hemos sido hasta hace poco.

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