viernes, 25 de enero de 2008

Hay gente que nunca aprende de sus errores


"Ese tipo es más testarudo que una mula". Oímos este dicho común muchas veces para referirse a gente testaruda que persiste en comportamientos dañinos o que claramente han producido resultados negativos en el pasado. Pero hay muchos que parecen ser incapaces de aprender y vuelven a tropezar con el mismo obstáculo una y otra y otra vez. Como los votantes fanáticos que siguen votando por los mismos partidos políticos por décadas aunque NUNCA han producido un candidato honesto o bueno en toda su historia. O elegir embusteros malas bestias como George Bush aún después de saberse claramente que es un embustero y que lo que tiene por cerebro es aserrín. O seguir con la misma novia o novio que lo ha engañado y hecho sufrir montones de veces ya.

Pues investigadores de la Universidad de Leipzig en Alemania parecen haber descubierto una mutación genética responsable de este tipo de comportamiento testarudo e incapaz de aprender de experiencias negativas. Según este parte de prensa en el blog "The Future of Things" un equipo de biólogos moleculares encabezados por los doctores Tilmann Klein y Markus Ullsperger del Instituto Max Planck para las Ciencias Cognitivas y del Cerebro Humano afirma haber encontrado un factor genético que es responsable de la incapacidad de aprender de errores pasados de algunas personas (generalmente llamados "cabezones", "cerraos" o "fanáticos PNP" en Puerto Rico).

Según estos científicos una mutación (bastante común pues se estima que puede afectar hasta a un tercio de la población) denominada por ellos como la mutación A1 causa una reducción en la cantidad de receptores D2 en el cerebro, que son los sitios donde se conecta la dopamina. La dopamina es un neurotransmisor - un producto químico que participa en el paso de señales entre las neuronas y las células de ciertos órganos y tejidos del cuerpo responsables de sensaciones y/o los 5 sentidos. Entre otras funciones del comportamiento y de la cognición, la dopamina desempeña un papel dominante en el proceso de aprender, en la sensación del placer, y en la motivación y la recompensa (es decir. el aprender a repetir los comportamientos que maximizan recompensas).

Los investigadores han realizado varios experimentos que correlacionan directamente los bajos niveles de dopamina en los reducidos números de receptores D2 con conductas repetitivas en donde se ignora o se exhibe inhabilidad para aprender de "feedback" negativo. Mientras que personas con mayor número de receptores D2 parecen siempre detectar cuando algo que han hecho es un error y no vuelven a repetirlo. Gente con mutaciones en el gene A1 también se han conectado estadísticamente a tendencias adictivas o compulsivas en estudios anteriores.

Me parece impresionante como el estudio del genoma humano sigue brindando explicaciones (y la posibilidad de cambio y soluciones) a comportamientos psicológicos, emocionales y afectivos que antes se consideraban como "malas mañas", "libre albedrío", "maldad" o imposibles de predecir porque "cada individuo es diferente". Yo sinceramente me estoy convenciendo cada vez más que el fanatismo, la estupidez y el ser Republicano o PNP son enfermedades mentales que pronto podrán ser curadas.


1 comentario:

Unknown dijo...

Joder, ¿Se ha invertido tiempo y dinero en un tema tan importante e interesante y se ha llegado a semejante estupidez?, Que lastima que tal estudio haya recaído en semejante necio