sábado, 15 de agosto de 2009

Si los grandes científicos hubieran tenido Twitter

La nueva herramienta de moda del momento en el ciberespacio y la blogósfera es Twitter. Twitter le permite a uno exportar las nimiedades de tu día, anunciar tu blog, rebotar tus pensamientos contra las cabezotas de tus amigos, así como leer lo que piensan y hacen los famosos y grandes figuras en todos los campos del quehacer y saber humano. Puedes ahogarte deliciosamente en un mar de trivialidades como un buzo que se tiene que ir bien a lo hondo entre toneladas de agua sucia y algas para poder hallar una perla.

Yo no le veía la tostada al “microblogging” de Twitter. ¿Para qué puede servir escribir una oración de 140 letras o menos cada 2 o 3 horas (o días o semanas, según la vagancia del twittero en cuestión)? ¿A quién puede importarle que estás comiendo, que películas vas a ver, o que te parece la última idiotez del mundo que acabas de ver no hace mucho?

Pero por presentao me metí e hice una cuenta. Pronto empezaron a “seguirme” una multitud de estudiantes, amigos, compañeros blogueros, y perfectos extraños que encontraron interesante alguna palabra que puse sabe Dios cuándo. Y yo empecé a descubrir gente que me interesa seguir. Stephen Hawking está en Twitter. Y los estudiantes de Singularity University. Y una fundación de cósmologos. Y Sean Carroll de “Cosmic Variance”. Y Primera Hora. Y mi ex-director de tesis. Y uno de mis panas locos de Penn State. Y Leyci, y Macetaminofen, y Alkarajosehirán, y la trulla de la Letrina.

Y mi lista de los que quiero seguir como buen presentao chismoso empezó a crecer tan o más rápido de la de los presentaos que me quieren seguir a mí.

Y empecé a conectarme a ver los “twitteos” y a hacer búsquedas de “twitteos” sobre todo tópico oscuro e interesante imaginable. Y me conectaba una vez por semana, y después diariamente, y ya ando por 5 o 6 veces al día. Great!!! Como si ya no perdiera suficiente tiempo en la Internet, otra adicción más para distraerme de mi trabajo y de mi investigación útil.

Pero como todo en la “Gran Autopista de la Información”®, la gran mayoría es basura pero entre todo ese mar de idiotez e irrelevancia encuentra uno a cada rato joyas de increíble valor escondidas entre los chismes, sandeces y boberías, Y nada más por eso vale la pena pertenecer al mundo cibernético de los blogs, el Twitter, Facebook, email, mensajes de texto y foros de discusión.

Imagínense si los grandes científicos de la historia hubiesen tenido Twitter:



Esta brillante idea es del webcomic Ph.D. Comics

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5 comentarios:

Vlade dijo...

Uff, gracias por mencionarme en el post. De verdad que twitter es otra cosa, yo no tengo ni MySpace ni Facebook, pero Twitter me parece muy amigable y no tengo que divulgar mucha informacion innecesaria.

Los genios twitteando quedo de show, jaja, esa gente hubiesen gozado con la tecnologia de ahora.

Ley La Terrorista dijo...

hey yo conozco a esa Leyci jejeje

a mi me paso igual entre por referencia de un amigo que me dijo que para el es mas factible enterarse de cuanto posteo algo en el blog por twitter porque llega directo a su celular y no se que

pero aun asi no entiendo mucho de ese mundo asi que estoy como los bebes aun no camino bien voy pasito a pasito.

Macetaminofen dijo...

Saludos, Ramón.

Yo lo uso como promoción para el blog y me ha gustado.Es tan sencillo que hasta Maripily puede tener uno.

Teresa dijo...

Os invito a :

http://twitter.com/carlos_baute

Anónimo dijo...

excelente post sobre el uso de twitter...verdaderamente no tiene mucha lógica pero se convierte adictivo y si uno se pone a pensar es sencillamente comentar cualquier cosa en un espacio tan corto pero el follón tiene a todo el mundo amarrao' al santo twitter, los cientificos usando twitter hubiera causado revuelo, se hubieran causado varios debates que serian bueno presenciarlos visualmente! jaja