martes, 1 de abril de 2008

La física teórica y los medios de comunicación

Los científicos son como todas las demás personas. Les gustan sus 15 minutos de fama internacional. Todos soñamos con ser entrevistados en los periódicos, la radio o la TV para pontificar y demostrar a la gente lo mucho que sabemos del universo y sus misterios. Queremos que la gente conozca nuestras teorías y se maraville de lo excitante que es la aventura de hacer ciencia. Esto es particularmente así para los físicos teóricos que trabajan en cosmología, física de partículas elementales y astrofísica. Oír a expertos hablar sobre el origen de la vida, del universo, de la estructura de la realidad, del principio del tiempo y de la existencia parecen ser cuestiones interesantísimas. Extrañamente están muy de moda en sitios como el "New York Times", "Newsweek", "Discover" o "New Scientist". Revistas y periódicos de difusión mundial que dedican grandes segmentos a analizar la ciencia, y presentar al publico general lo último en la avenida en descubrimientos científicos y nuevas teorías del universo. Así fue que Einstein se hizo famoso mundialmente y se convirtió en el ícono del sabio inteligente durante todo el Siglo 20. Cuando periódicos y noticieros de todo el mundo en 1920 proclamaban que este viejito tenía una nueva teoría del universo que revolucionó la ciencia y destronó al mismísimo Newton.

Pero en tiempos recientes se está dando la cuestionable y fea tendencia de usar los medios de forma sensacionalista para acaparar atención diciendo ideas y exponiendo teorías ridículas, grandilocuentes y altamente cuestionables como si fueran grandes descubrimientos de la física de nuestro universo. Se habla en revistas y periódicos serios sobre buscar a Dios en aceleradores de partículas, de vagos surfeadores que descubren la teoría de "todo", del principio antrópico y el diseño inteligente, de la probabilidad estadística de que se formen cerebros al azar en un universo en expansión infinita, de los paisajes de múltiples universos que "predicen" las supercuerdas, de que si se prende el LHC (Large Hadron Collider) eso puede hacer que la Tierra sea aniquilada en una ruptura del espaciotiempo hacia otras dimensiones, y de que si detectamos la energía oscura por medio de la observación astronómica podemos causar la desestabilización del universo.

Hay que tener mucho cuidado cuando uno entra en prácticas de divulgar la ciencia al público no-científico usando el sensacionalismo, las ideas que suenan extrañas, y el meter miedo con catástrofes cósmicas para lograr un artículo en un periódico de gran circulación o una entrevista en un documental de TV. Máxime si no se discuten las matemáticas envueltas, cual es la probabilidad de estos escenarios, o como es que funciona el método científico en estas susodichas entrevistas y artículos. Muchos de estos artículos rayan en la irresponsabilidad crasa, y tan culpables son los periodistas y editores sensacionalistas como los científicos que distorsionan sus ideas de tal modo.

La física teórica en los últimos 30 o 40 años ha caído en un período de especulación lógica y racional más acorde con las filosofías de Platón y el legado Aristotélico que con el empirismo de Bacon o Galileo. Esto es así porque desde los éxitos del Modelo Estándar de la Mecánica Cuántica y de la Relatividad General no hay anomalías experimentales que estas teorías no puedan explicar satisfactoriamente. Toda la data experimental de aceleradores, materiales noveles, telescopios y satélites puede ser explicada con modelos matemáticos cuánticos y relativistas. Así que en esencia las teorías pueden explicar y predecir cualquier observación experimental hasta la fecha (si se permite postular entes aun no observados como nuevas partículas o nuevos tipos de materia o energías invisibles).

Pero paradójicamente la lógica de que solo debe haber una sola explicación cierta del mundo (y no dos o tres explicaciones desconectadas y contradictorias entre sí), y el que muchos de los modelos explicativos que usan estas teorías suenan muy poco "naturales", ha hecho que la mayoría de los teóricos consideren que tanto la Mecánica Cuántica como la Relatividad deben ser fundamentalmente incorrectas y solo ser aproximaciones de la VERDADERA TEORÍA DE "TODO" que la lógica científica cree que debe existir. Por eso por puros argumentos lógicos y racionales sin ninguna base experimental se ha llegado al casi consenso entre los físicos de que existen energía y materia oscuras, que la inflación ocurrió en los primeros microsegundos de vida del universo, y de que hay otros universos y otras dimensiones espaciales como lo que dice la teoría de supercuerdas.

Pero la física teórica basada en puras ideas requiere de un consenso especial entre sus practicantes que permita distinguir que ideas son válidas y merecen estudiarse a fondo, y que ideas son ridículas y producto de científicos locos (denominados en inglés como "crackpots"). Usualmente la distinción se basa en donde trabaja el científico que las dice. Si uno ve un manuscrito de un científico con premios y un puesto permanente en una universidad reconocida tiende a darle más credibilidad y espacio en conferencias y medios de difusión que si lo dice alguien que no trabaja en ninguna universidad y propuso esto desde la computadora de su casa. Pero casos históricos como el de Einstein y Faraday nos indican que debemos tener cuidado con este criterio pseudo-elitista.

El problema con los artículos que enlacé arriba es que son ideas que casi todos considerarían que provienen de "crackpots" pero que las están diciendo científicos serios con gran credibilidad en la comunidad científica. Y en el caso de una física teórica platónica y desconectada de confirmación experimental esto es muy peligroso pues podemos perder de vista donde queda la línea entre ciencia válida y ciencia "crackpot". Y esto en un mundo con creacionistas, posmodernos y políticos irracionales infectando la academia y el discurso social es muy pero que muy peligroso.

Tenemos que tener cuidado en como divulgamos la ciencia y las teorías de cosmología fundamental a los medios. Porque si no se puede diferenciar a los científicos racionales y lógicos de los locos sin sentido estamos en aprietos. Entonces la ciencia se volverá otra filosofía o forma de entretenimiento más. Y así será tratada financieramente por los gobiernos.

2 comentarios:

Juhem Navarro dijo...

Vaya Ramón, muy interesante. Yo en los últimos años me he interesado en ciencia como hobby (biología mas que física, porque la segunda me es confusa) y casualmente hoy me anunciaron que me gané una beca para estudiar opinion pública estadounidense sobre evolución y creacionismo. Otro gran problema es el montón de "think tanks" que están apareciendo y que son pseudocientíficos y con agendas, pero con buenas finanzas y que ganan "respectabilidad" ante una prensa que es poco crítica...por ejemplo el Disc. Institute en Seattle.

Lobo7922 dijo...

Me contenta que vuelva a la senda de la divulgación científica que se le da tan bien y que deje atrás tanta politiquería ;)

Le faltaron dos que son muy cómicas, primero la Fusión Fria, ¿se acuerda usted de ese escandalo? me parece que hasta una universidad en méxico le dió respaldo a ese embuste.
Y después algo que en mi opinión tiene a la gente demasiado loca y es la tal Singularidad tecnológica de Kurzweil, hhay gente que jura y perjura que mañana o pasado mañana vamos a amanecer con unas Inteligencias artificiales gobernandonos la vida XD