Los que siguen a la nata y la crema de los blogueros serios de Puerto Rico habrán leído recientemente montones de artículos condenado el permiso para la tala indiscriminada de árboles que emitió el Secretario de Recursos Naturales, Javier Vélez Arocho. La petición contra este permiso tiene ya las firmas de sobre 300 blogueros y lectores. Yo la firmé, y me uno solidariamente a todo esfuerzo ambientalista por proteger nuestra isla y nuestros recursos naturales de la explotación indiscriminada. Sin embargo, estamos en Navidad. Yo voy varias veces a las lechoneras cercanas a jartarme de lechón y todas están llenas. Y los fines de semana cerca de Navidad ni se diga. El jolgorio, la fiesta y el festín son algo apoteósico. Y si usted oye las canciones típicas de la Navidad, (como hago yo por nostalgia pues en un condominio no se reciben muchas trullas, y ya mis músicos están casados y perdidos por lo que yo no puedo llevar tantas parrandas como en antaño), notará que los temas favoritos son el beber pitorro, y matar lechones y gallinas para las interminables fiestas navideñas. Así que uno estima que en Diciembre en Puerto Rico debe haber una matanza indiscriminada de lechones, pollos, y plantas de caña para satisfacer nuestro afán de festejos desde pasado Sanguivin hasta tarde en las Octavitas. Y un forastero o un extraterrestre se preguntarían, con mucha razón, ¿dónde está la petición para salvar los lechones en la Navidad? En realidad uno que vive en el área metropolitana mira por la ventana y ve que todo está forrado de cemento. Para poder construir nuestra casa tuvimos que tumbar muchos árboles, igual para hacer las carreteras que usamos para transitar al trabajo o visitar familiares y amigos. Y también para construir el edificio donde trabajamos, el hospital donde vamos cuando estamos enfermos, o el supermercado donde vamos a hacer compra. Hubo que matar montones de árboles, plantas y animales para que todas esas góndolas estén llenas de las cosas que nos vamos a comer y beber. Y si uno es medio budista y quiere defender toda forma de vida ni hablemos de las cucarachas, ratas, mosquitos y hasta bacterias que matamos indiscriminadamente para poder oler bien o tener una casita cómoda y limpia. Y si nos preocupamos de los árboles en esta islita 100X35 nos debe dar pánico las cifras de la ONU sobre la desertificación y destrucción masiva de bosques como los de la región sudamericana del Amazonas o las savanas africanas, donde cada minuto matan cientos de veces los árboles y especies en peligro en extinción que los que nuestra loable petición pretende salvar en un año. Todo parece indicar que como le decía Smith a Morpheus en "The Matrix" los seres humanos somos como un virus que infecta el planeta Tierra, reproduciéndonos sin control y arrasando todo lo que está a nuestro paso. Y con un buen rumbo hacia llegar a 7 billones de humanos en menos de una década parecemos ser una infección seria en su etapa terminal. ¿Es todo esto un aguaje entonces? ¿Debemos preocuparnos por estos arbolitos que Recursos Naturales quiere tumbar, y no por las otras matanzas indiscriminadas de seres vivos que sacrificamos para permitir vivir y progresar a nuestra especie humana? La contestación enfática debe ser SÍ. Pero no es porque cada granito de arena importa. Eso es romanticismo sin contenido real. Tenemos que estar claros en nuestras motivaciones, las posibilidades de nuestro esfuerzo, y lo que queremos lograr con esto si queremos que más gente se una para hacer una diferencia. Y esto es un esfuerzo de naturaleza política contra el desarrollismo y el neoliberalismo. Yo creo que nadie tiene problemas con tumbar árboles para construir viviendas de pobres, hospitales, escuelas o universidades. Ni con matar plantas y animales para que nosotros y nuestros hijos coman, y hasta festejemos de vez en cuando. Nuestro verdadero problema es con tumbar árboles para que unos millonarios extranjeros se hagan ricos arrasando nuestra tierra y nuestro ambiente para hoteles, residencias lujosas, o más shopping centers. Es eso lo que de verdad protestamos, y con justa razón. Hagámoslo claro y sin subterfugios. Que se vea cual es la maldad y la injusticia a la que de verdad debemos oponernos con todas nuestras fuerzas.
D Combinatorics
Hace 2 días.
7 comentarios:
Hola Ramón
«Nuestro verdadero problema es con tumbar árboles para que unos millonarios extranjeros se hagan ricos arrasando nuestra tierra y nuestro ambiente».
Por mi parte, no tengo problemas con que quien tumbe árboles sea extranjero, o sea millonario, o sea empresario. No tengo prejuicio con personas de esas categorías, así que me da igual si quien daña el ambiente es un boricua o un colombiano, un magnate o un pobre, un empresario o un albañil. Lo que está mal está mal, no importa quién lo haga. Plantear que las cosas están bien o están mal dependiendo de quién las haga es un relativismo carente de lógica, porque el daño es exactamente el mismo. Es como aceptar que dos más dos es cuatro, pero que la cosa es muy diferente si se trata de tres más uno.
En cuanto a “tumbar árboles para construir viviendas de pobres, hospitales, escuelas o universidades”, yo sí tengo problemas con ello, y la razón es que sencillamente Puerto Rico no es el continente australiano. Somos una isla relativamente pequeña que no puede darse el lujo abandonar las áreas ya desarrolladas para seguir expandiéndose horizontalmente como si la tierra fuera un recursos ilimitado. Puerto Rico no puede ser ni un estado ni una república viable si seguimos fomentando el desparrame urbano (para pobres, para ricos, extranjeros o boricuas…no hay ninguna diferencia). Hay que desarrollar e innovar, claro, pero de una forma planificada, eficiente y sostenible. Si no pensamos bien hoy cómo utilizar sabiamente nuestros recursos, no habrá nada para desarrollar mañana (http://www.vozdelcentro.org/?p=174). Esta orden de Recursos Naturales no es otra cosa que otro incentivo para quitar esos estorbos que impiden seguir “desarrollando” ese patrón de construcción insostenible.
En fin, si la petición hubiera tenido las “aclaraciones” que mencionas, al menos yo no la hubiera firmado.
Saludos.
Ramón: Es coincidencia que acabo de publicar un post sobre el lechón pero no hubiese dicho que no se debe matar lechones. Si se empieza por ahí pues tampoco gallinas ni bueyes y no creo estemos listos para ese cambio tan drástico en la dieta. Yo soy vegetariana (no ortodoxa) pero no se me ocurre imponerle mis preferencias a nadie.
En cuanto a los árboles estoy totalmente de acuerdo con lo que dice Eugenio sobre la petición y la matanza de árboles.
Como quiera, gracias por firmar la petición a pesar de que no incluí lo que hubieses querido.
Gracias a ambos por leerme y comentar. Se ve que ustedes son ambientalistas conscientes de "línea dura". Pero creo que saben que la mayoría de la humanidad no piensa así, y que si uno trata de extrapolar esta posición con consistencia lógica a situaciones similares mucha gente se rajaría de ese tipo de ambientalismo pues no están dispuestos a los sacrificios que requiere. Desgraciadamente la humanidad requiere de tumbar árboles y matar animales para sobrevivir y "progresar". Por eso creo que una posición de aclarar los casos de índole política liberal donde se justifique este tipo de petición es algo deseable. Pero esa es mi humilde opinión. Yo la apoyo comoquiera.
Seria util dado el sensasional resultado de la peticion mencionada,cuyas calentura
ya va mermando.
Por cierto todo aquel que firmo
habra de recibir a vuelta de correo
ofertas, historias, pedidos de organizaciones para salvar cuanta
cosa existe en el planeta.
Asi que suerte y exito!
No había visto el asunto desde el punto de vosta que lo presentas. Aprendí algo nuevo. Adelante y éxito.
Bien interesante tu blog.
Saludos desde La Letrina.
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