No sé cuantos de mis lectores son aficionados a las películas de ciencia-ficción. Yo soy un trekkie desde chiquito y trato de no perderme ninguna, (aunque estos días eso es virtualmente imposible pues hay tantas que el tiempo no da).
Un filme clásico reciente fue el titulado “GATTACA” con Ethan Hawke y Uma Thurman. La premisa futurista y científica del filme era que en un futuro cercano sería posible hacer mapas completos del genoma humano con cualquier pequeña muestra de tejido (una gota de sangre, un pelo, motitas de caspa, o las uñas que nos recortamos). Y que tendríamos suficiente conocimiento y capacidad de procesamiento de información para detectar todo tipo de enfermedad genética con un alto grado de confiabilidad. La película quería hacer ver que esto sería malo pues dividiría la humanidad entre los saludables y perfectos, y los imperfectos y potencialmente enfermos. Siendo los últimos discriminados en el trabajo, las compañías de seguro, las mejores escuelas, y toda institución que no quisiera acoger a gente que se van a enfermar y faltar mucho en un futuro.
Bueno, estoy leyendo en el blog “Genetic Future” que el debate ético sobre si esta tecnología se debiera implantar o no ya está saliendo de la ciencia-ficción y llegando al ámbito de la realidad. Varios médicos, geneticistas y científicos de computadora creen que será factible hacer mapas completos del genoma de fetos y/o niños recién nacidos para el 2019.
Entre los beneficios de esta tecnología estaría el que ya hay muchas enfermedades serias cuyos marcadores genéticos se han identificado y que sería beneficioso saber que se tienen para tratarlas y/o curarlas desde temprana edad antes de que se vuelvan fatales o afecten la calidad de vida del que tiene esos genes. Otra ventaja seria el que también se están identificando factores genéticos que son responsables de los efectos secundarios indeseables de varias medicinas importantes. Sería muy útil que su médico supiera si un medicamento le va a afectar negativamente antes de prescribirselo. A este nuevo campo de la medicina se le conoce como Farmacogenómica, y esta avanzando a pasos agigantados. También se está avanzando no solo en marcar los genes responsables de enfermedades hereditarias sino en asociar factores genéticos que complican enfermedades contagiosas o por factores ambientales, produciendo síntomas y efectos más severos y dañinos de lo normal.
Los beneficios a la salud de conocer completamente su genoma y asociarlo a condiciones serias con tiempo es indiscutible. Pero tenemos que empezar a redactar leyes para preservar la privacidad de esa información y usarla solo para tratamientos médicos, y no para que se discrimine contra los enfermos o potencialmente enfermos.
La tecnología de los estudios genéticos, la clonación y las tecnologías de información están avanzando tan rápido que pronto las escuelas de leyes van a tener que crear cursos y concentraciones de “abogados futuristas” que se dediquen a ver películas de ciencia-ficción como GATTACA, The Matrix, Terminator, The Sixth Day, y otras por el estilo para crear leyes que regulen los efectos adversos de posibles tecnologías antes de que se perfeccionen y se tiren en nuestra sociedad.
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