Perdonen que tire dos artículos corridos de política puertorriqueña (un tema algo idiota, lo sé) pero es que recientemente vi la estupenda película "Sicko" de Michael Moore y quería hacer un breve comentario sobre ella, particularmente porque la situación de seguros médicos en Puerto Rico va camino a ponerse aún peor que el infierno capitalista que registra Moore en su documental. Y lo peor de todo es que mucha gente con la que hablé al salir del cine se sentían asqueados con lo inhumano del sistema nuestro de aseguradoras privadas que solo piensan en el lucro (y contemplaban la idea de mudarse a Canadá, Francia o Inglaterra en su vejez, aunque nunca a Cuba. Ni la propaganda visual basada en datos puede con tan poderosa indoctrinación caribeña.), pero casi todos desconocían que el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) lleva proponiendo en su Programa de Gobierno desde 1984 un Sistema Universal de Salud a la Canadá donde se elimine este sistema malo de aseguradoras privadas de colmillúes inhumanos, y se cree un Seguro Público cuyo norte sea la medicina preventiva, la libre selección de verdad (no la libre selección solo entre los que acepten tu plan porque éste no le paga a todos los médicos), y el control de los gastos de manera racional pero humana. Basado en la opinión de los médicos que tratan los pacientes y sus condiciones, y no en las decisiones anónimas de burócratas para quien negar un servicio a gente enferma representa más dólares de bono para ellos y unas ganancias exorbitantes y obscenas para sus compañías. El PIP lleva proponiendo un sistema así por 23 años, y todavía es la hora que muchos no lo saben (y no es por falta de decirlo, porque miren que hemos tratado por todos los medios disponibles). Para reseñar rápidamente la película, (y exhortar de la manera más enfática posible a los que no la hayan visto aún para que salgan corriendo a verla), esta nos muestra como desde Nixon los Republicanos en EE.UU. han usado el miedo al comunismo para evitar que en su país se instituya un sistema de medicina socializada, donde proveer servicios de salud gratis para todos (sin importar raza ni condición socioeconómica) se costee con impuestos en donde los ricos pagan más que los pobres. Lo que ocurre en Canadá, Suecia, Francia, Inglaterra y todos los países desarrollados de Occidente CON LA EXCEPCIÓN DEL IMPERIO BESTIA DEL SIGLO 21: los Estados Unidos de Norteamérica. Moore hasta hace un estupendo segmento con trabajadores de rescate con enfermedades respiratorias y traumas productos de su trabajo en las Torres Gemelas el 11 de Septiembre y que se ve forzado a llevar a Cuba porque en ningún hospital estadounidense los quieren atender si no tienen seguro médico, ni siquiera en Guantánamo donde le dan servicios de salud (mejores que a los americanos pobres) a los prisioneros de la guerra de Iraq. Es difícil no radicalizarse como Moore cuando hasta en Cuba, con toda la pobreza y desastre de su ineficiente y bloqueado sistema, tratan mejor a los seres humanos enfermos que en la Meca de la riqueza, la opulencia, y la vida lujosa y botarata. Y uno ve con horror que un medicamento por el que cobran $120 en EE.UU. y PR, en Cuba lo dan por 5 centavos (y si los tienes, sino te lo regalan). Claro, el argumento de los Republicanos (y los Demócratas que se venden como lechones por donativos de las compañías de seguros y farmacéuticas) es que el "mercado libre" crea un sistema de más progreso tecnológico, más rápido y más barato que los sistemas socialistas donde un Bill Gates tiene acceso al mismo tipo de servicio que un deambulante negro en el Bronx. Claro, para Bush, Cheney, Reagan, Giulanni y demás elitistas ricachones esto es un horroroso infierno inspirado por comunistas malévolos que solo viven para joder a la humanidad. Y es cierto, usted tiene un acceso casi instantáneo a la más avanzada tecnología médica y puede tratarse bien SI TIENE DINERO. Si no lo tiene, el hospital lo cose mal cosido, lo monta drogado en un taxi, y lo tira en la calle como si fuese una bolsa de basura. Que uno vea con sus propios ojos que eso pase en Estados Unidos (y en el San Juan de Santini) es para llorar de la rabia. Pero para que vean que hay una alternativa seria y razonable en las próximas elecciones le voy a citar algunas líneas del Capitulo 6 del Programa de Gobierno del PIP : "Principio básico: La estructuración y provisión de servicios de salud tiene que partir de la premisa de que la salud es un derecho del pueblo, y no un renglón adicional de la economía del país, sujeto a las fuerzas del mercado. En ese sentido, el gobierno tiene una obligación fundamental con el pueblo. Tiene que facilitar en primer lugar la medicina preventiva, y luego, que todo el pueblo tenga acceso a servicios de salud de calidad, integrando de forma armónica los servicios privados disponibles y las instalaciones públicas que necesariamente tienen que existir. Además, el gobierno tiene que facilitar estrategias agresivas en áreas especialmente sensitivas de la salud del pueblo. Tanto durante la administración Rosselló como bajo la del Partido Popular, las características del sistema primario podrían resumirse en: falta de recursos económicos suficientes; mal uso de los recursos asignados; estado crítico de las instalaciones físicas; abandono del personal por parte del gobierno; y la influencia política en la toma de decisiones a todos los niveles administrativos. El sector privado de servicios de salud, por otra parte, se encuentra en similar estado de crisis. El modelo de medicina privada, tomado de los Estados Unidos, considera la salud dentro de una filosofía de mercado y de libre empresa, y ha estado disponible solamente para aquellas personas con los medios económicos para comprarla. La ausencia de participación de las personas que usan este sistema y de la mayoría de las entidades proveedoras de servicios en la estructuración del mismo, así como la falta de una política de salud y la presencia del ánimo de lucro que predomina en el sector privado, le impiden a este sector responder a las necesidades de la gran mayoría de nuestra población. El sistema privado oscila permanentemente al borde de una crisis económica, y tiende a alejarse de la atención primaria, concentrándose cada vez más en servicios de alta tecnología, de muy alto costo. El sistema privado, sin controles del estado, fomenta la especialización y la sub-especialización, no el fortalecimiento de los servicios primarios de salud. Este tipo de esquema no tiene ni el interés ni la experiencia en atender lo más complicado, y lo de menos rendimiento económico. El sistema privado, según ha funcionado hasta ahora en Puerto Rico y en los Estados Unidos, no puede ni debe ser el paradigma para el siglo XXI. El mejor ejemplo de lo trágico de un sistema de servicios de salud basado en una filosofía de libre empresa se observa precisamente en los Estados Unidos, donde es dramática la desigualdad en la disponibilidad de los servicios. Para al año 2000 el gobierno de ese país identificó una población de cerca de 50 millones de sus ciudadanos que no tenían acceso a ningún sistema de servicios de salud. Las víctimas de esta desigualdad son, obviamente, los asalariados que no cualifican para el plan de beneficencia de salud (Medicaid) pero que tampoco tienen los recursos económicos para accesar al sistema de seguro privado. En síntesis, el llamado modelo de HMOs en Estados Unidos, creado para marginar a los inmigrantes mexicanos en California, fracasó. No obstante, en 1994 se adoptó en Puerto Rico bajo el esquema de la tarjeta de salud. Como no existen suficientes recursos para pagar el seguro para todo el mundo, y las aseguradoras continúan controlando el sistema, llegó el momento en que varios cientos de miles de personas que no forman parte del sector más pobre, pero tampoco tienen seguro médico, se han quedado sin seguro y sin servicio público de salud. En efecto, se quedaron en el limbo. Bajo el esquema de un sistema dual, estas personas tenían asegurados al menos los servicios de salud que ofrecía el gobierno. Por lo tanto, urge diseñar una alternativa que asegure que nadie permanezca en la situación terrible de no tener disponible ningún servicio de salud, como ocurre trágicamente en los Estados Unidos y ya comenzó a ocurrir en Puerto Rico. Como culminación del proceso de reforma de los servicios de salud, el Partido Independentista Puertorriqueño presentará para su aprobación medidas legislativas para la creación de un Seguro Nacional de Salud que garantice acceso universal y equidad en la prestación de servicios de salud como el que ha operado exitosamente en otros países, especialmente en Canadá."
Arizona Chess
Hace 2 días.
2 comentarios:
Moncho, me temo que pecas de alarmista y exagerado, no se trata de que la pelicula Sicko radicalice a la gente, sino que la gente que ya de antemano es radical, encuentra nuevos argumentos en que sostener sus falacias. Primeramente los países que mencionas donde existen sistemas universales de salud, los servicios medicos tienen limitaciones similares a las de los HMO, una junta de medicos y burocratas del estado decide de antemano que servicios se ofrecerán y cuales no al punto que hasta el 20% de los pacientes de esas socialdemocracias recurren a servicios medicos privados por los que pagan con su dinero, de lo contrario, si se aprobase todo, en vez de tasar al son de 55% habría que tasar al son de 75% porque el dinero sencillamente no da, en esos sistemas los pacientes al igual que en el antiguo sistema de salud pública que imperaba en PR, tienen que esperar largo y tendido para obtener citas con especialistas para operaciones u otras intervenciones. Me extraña que una persona que por lo demás considero inteligente, se deje engañar tan fácilmente por las relaciones públicas que Moore le sirve a Cuba, ese ejercicio en demagogia espera que la gente sea lo suficientemente ignorante como para no saber que en Cuba impera un sistema de apartheid donde las mejores facilidades del hospital nacional son exclusivamente para turistas, dignatarios o la claque gobernante, esas son las facilidades que vemos en la pelicula, el pueblo se tiene que conformar con unos chinchorros de hospitales sucios, destartalados, sin equipo ni medicinas propios de países tercermundistas, encima presentas la falacia del costo de las medicinas en Cuba, país que copia medicinas sin pagar patentes ni derechos del mismo modo que en China se copian peliculas sin pagar derechos, eso es, robando los trabajos e inventos de otros que cuesta billones desarrollar, porque las medicinas en EEUU son caras y ciertamente la industria es muy lucrativa, pero nadie puede negar que los mayores avances e innovaciones de la medicina provienen de EEUU, nadie que no tenga un buen incentivo va a dedicar tantas horas y esfuerzos a inventar nuevos medicamentos, eso se ha requeteprobado a nivel mundial. Los HMO compiten unos con otros en lo que le ofrecen a empleados y patronos, uno compra libremente la cubierta que le de la gana, puedes tener cubierta básica tanto como una cubierta mucho más abarcadora, si no estás conforme con la cubierta que te ofrece el patrono, pagas la diferencia. La propuesta del PIP equivale a regresar al pasado estableciendo otra agencia burocratica para administrar el sistema de salud con la conocida ineficiencia típica de cualquier agencia gubernamental, el gobierno decide cuanto le pagará a los medicos y cuanto tendrán que pagar los pacientes y al igual que en las socialdemocracias aquellos medicos que no les apetezca lo que pague el gobierno no aceptarán participar exactamente igual que ahora, encima al igual que en las socialdemocracias 20% o más seguirá usando medicos privados. Tanto en EEUU como en PR los ricos pagan muchísimo más que los pobres y son los que menos servicios requieren, considero que todo lo que se requiere es devolverle al sistema de salud el propósito para el cual se estableció la tarjeta, que el 100% tuviera cubierta, propósito que fue desvirtuado por la actual administración que al llenar el gobierno con 45,000 batatas quebraron las arcas gubernamentales y provocaron la actual recesión. JC Villano
salud para todos gratis?... diablo, ese debe costar un monton
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