Ayer ocurrió el parto de los montes. Después del informe liqueado del CAREF hace más de un mes, el Gobernador de Puerto Rico, Luis Fortuño, nos dijo cual será su famoso plan para salvar la economía quebrada y en seria depresión que tiene esta ínsula barataria.
Se tardó mucho en presentarlo, pero el republicano derechista (pero medio copioncito del demócrata izquierdista Obama) no sorprendió a nadie con sus magnas ideas para sacarnos del hoyo en que Cuchín, Romero, Rosselló, Sila y Aníbal nos metieron con su batatería y su irresponsabilidad fiscal por décadas.
En definitiva va a botar un fracatán de batatas. A seguir cogiendo prestao para dizque invertir en obras de poner bitumul en las carreteras que crearán algunos empleitos temporeros de uno o dos años. A asesorar a las batatas botadas para que se busquen otro empleo (fuera de PR, porque aquí con sus medidas recesivas no habrá ninguno). A estirar la mano como buen mendigo para ver si Obama lo saca del hoyo (de nuevo por uno o dos años, ¿y después qué?).
Al menos le pondrá algunas contribuciones "temporeras" a los ricos (si es que después no se las vuelve a quitar con "loopholes" y exenciones a las exenciones, como usualmente hacen los Republicanos).
Además, a diferencia de Obama, el plan de Fortuño ignora el rol de la ciencia y la tecnología en el desarrollo económico moderno. Aunque Obama destinó una fracción considerable de su programa de estímulos a incentivar la ciencia y la investigación científica en las universidades, aquí eso ni se menciona. La UPR y las demás universidades siguen ignoradas, pelás y en peligro. Y no hay nada de nada sobre crear becas y programas de investigación científica, o usar los científicos que tenemos para desarrollar fuentes de energía verdaderamente renovables (como las celdas solares, molinos de viento, energía geotérmica y biomasa) que nos reduzcan nuestra severa y peligrosa adicción al petróleo y los combustibles fósiles.
Le deseo la mejor de las suertes. Pero este plan parece que no va a funcionar porque es un plan temporero de "muy poco, muy tarde", y porque todo parece indicar que agravará la recesión y el billonario déficit presupuestario.
Lo único "positivo" que veo aquí es que seguiremos mandando las batatas que botemos para Nueva York y Florida, y a lo mejor baja un poco el tapón acá en la isla. Y con algo de suerte los americanos se cansarán de esta guachafita, y a lo mejor decidan por fin coger el toro por los cuernos y salir de nosotros de una vez y por todas.
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